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ELCAMINO DEL RIO MAGDALENA

Convocatoria Ibanasca Fest arte urbano de Mujeres-Honda Tolima.

Texto de la convocatoria Leer más aquí

Para conectar la cultura con la comunidad es necesario abrir caminos, experiencias de intercambio y activar la circulación del pensamiento. (De la montaña al río) de la montaña Dulima (Nevado del Tolima) al valle del río Magdalena.

Precisamente “el camino del río Magdalena” es el eje de la convocatoria para ilustradoras que este año trae el Festival de Arte Urbano de Mujeres Ibanasca y Bogotart.

Esta tercera versión plantea como concepto curatorial el camino como fuente de inspiración, construido desde los relatos, la historia geográfica y patrimonial, desde la interpretación del territorio del Tolima y cómo el río ha sido y seguirá siendo un canal de la memoria. El camino como imagen nos invita a transitar, nos recuerda un andar colectivo de las comunidades, el camino nos lleva, nos indica, que existen trayectos, conexiones, trasteos y movilizaciones.

Hicimos un dibujo con el cual recordar el movimiento del río y del camino que hacemos e hicieron nuestros antepasados. Cruzamos un viaje con líneas y color, con este dibujo que será parte del Festival de Arte Urbano de Mujeres Ibanasca @ibanascatransforma y @bogotart "El camino del río Magdalena” 🙊🙉🙈, del 9 al 16 de Octubre en el territorio ancestral de Honda Tolima.

Boceto

EL CAMINO DEL RÍO MAGDALENA
Sobre el camino los pasos, las ausencias y la esperanza. Todos los caminos son iguales, no conducen a ninguna parte, el truco está en elegir un camino con corazón pa que se haga más armonioso el viaje.
🍃❤️‍🔥🌞🙌

"El camino como imagen nos invita a transitar, nos recuerda un andar colectivo de las comunidades, el camino nos lleva, nos indica, que existen trayectos, conexiones, trasteos y movilizaciones." Palabras bonitas de está convocatoria.

Antes de hacer este dibujo hice un recorrido por Google maps. (manías que tengo con la internet) para entender lo que abarca este río geográficamente, su significado y parte de su historia. Me sorprendió un montón uno de esos tantos ríos que desemboca en el gan Magdalena. Por allá en el valle del río Yaguará, ubicado en el centro del departamento del Huila, está el Embalse de Betania, es allí donde se unen ambos ríos. Por cosas que no entiendo, este embalse en partícular tiene la forma de unos pulmones ¡Wow es una maravilla! (SI alguien ha estado por allá que confirme). Todo lo que vi en ese recorrido, me hizo pensar mucho en querer resaltar con el dibujo la importancia y la riqueza de estas aguas sobre la vida que se nutre y se crea de ellas.


El Río Magdalena es la principal ruta fluvial del País, fue la principal ruta de oro y de esclavos durante la colonia, por su posición geográfica y su condición navegable. Desde tiempos precolombinos fué la ruta de incursión de los diferentes grupos de las culturas caribes al interior del país y a su vez, de los colonizadores.

Entre húmedas selvas recorre el río Magdalena una quinta parte del territorio colombiano, se mueve a través de sus vertientes, que se extienden en 1540 kilometros. Nuestros antepasados han transitado el río bajo un sol abrasador, cálido y malsano, acompañados de sus ciénagas, pantanos, bosque abatidorres y mágicos en medio del clima tropical andino.

Y en el presente nosotrxs navegamos el mismo Río.

    Conversaciones con el río

    Me muevo en multiples formas de menudos pasos sobre fango ¿Cuánto he dejado ir y a cuánto he renunciado? Camuflado de paisajes, me hago monte, selva y camino. Yo, soy el río en movimiento, he viajado al fondo para resolverme y he hallado los tesoros en mi alma. Tanta vida reposa en este cuerpo, que ahora se riegan todxs los jardines de mi esencia.

    He visto mi rostro en sus rostros, mis pasos tras los suyos han mirado al cielo y han encontrado aquel viejo camino en espiral que los abuelos han dejado.

    Trazo sobre el papel mi sueño y emprendo el viaje de mi vida, ¿hacia dónde? le pregunto.
    Deja caer sobre mi su luminicencia, coge mi mano mientras dice: se como los torrentes de agua en el río, que al resbalar por las pedregosas laderas de las montañas sólo tienen una meta...¡LLEGAR AL MAR!

    Vuelvo al Río de mi misma a inundarme de la torrente de agua viva que me habita, dejo el agua seguir su cause; ser alimento de la pacha o elegir evaporarse. Entrego todas mis cargas al camino, me dejo ir en el efluvio. Y con la fuerza de los cuatro vientos voy al frente, en el timón deste navío.