
PESTE NEGRA

Ante las ridiculeces amorfas en que se agotan nuestras existencias, en pro del olvido del tedio matutino, para adherirle cimientos a las cargas funestas e innecesarias que llevamos a través del tiempo, con la intención de escupir y plasmar con la flema las quimeras cósmicas que acompañan nuestra permanencia inmediata y pasada.
Ante la falta de preguntas necias y el vacío evidente de creaciones banales, concretas, sinceras o visionarias. Para conspirar contra todo ente que pretenda elegir sobre, obligar, juzgar y reducirnos a máquinas seriadas. Para darle vida al fénix que habita dentro de cada botella de alcohol, para utilizar las letras a nuestra manera, para tener algo que hacer con los instantes, para preguntar.
Sin pretensiones de izar banderas de color. Con rabia, con ganas, con euforia, con asco, con respeto, con irreverencia, con sonrisas en el rostro, con lágrimas en las hojas y con miradas recurrentes al techo. Con la mente en un mañana limpia, pero con el filtro eficaz de un presente convulso. Con procesos internos, con presentes difusos con porvenires turbios pero con sueños triviales, insensatos, irreverentes, anómalos y libertarios.
Una peste atroz, impertinente, cruenta, rebelde y soez que se expande con la imperfección de una danza cósmica milenaria. Una plaga que con rabia y sigilo, con furia y misterio, con ideas y sueños, infecta las entrañas y corroe los márgenes impuestos a nuestra existencia. Una peste que induce a volar sobre los confines de lo establecido, que altera los preceptos infundados por la institucionalidad reinante, que transforma los procedimientos, que experimenta, que baila, que escribe.

"Lee, Piratea y Difunde”
-Primera edición
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-Historias de viajes
-De la complejidad de la existencia
- Caras de mujer
- Perdimos.
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